Transforma tus Heridas Emocionales con la Terapia EMDR en Lanzarote

La terapia EMDR para el tratamiento de traumas es una terapia que se encuentra avalada por la comunidad científica, por la OMS y determinados organismos. Se pone en marcha en esta terapia el mecanismo que hay en el cerebro para integrar la información.

Con ella, psicólogos capacitados y acreditados como psicoterapeutas EMDR podemos ayudarte, entre otras dificultades, a superar experiencias emocionales difíciles, experiencias traumáticas, Trastornos de Estrés Postraumático (TEP), ansiedad, fobias, mejorar el rendimiento en ciertas áreas de tu vida.

La Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento a través del Movimiento Ocular (EMDR) ofrece una vía de escape de las heridas emocionales del pasado. Con nuestra terapia EMDR en Lanzarote te brindamos el apoyo necesario para liberarte de tus traumas y vivir una vida plena. No deseamos otra cosa que puedas volver a experimentar la sanación y el alivio que EMDR puede ofrecer. Por favor, completa el siguiente formulario. Nos encantaría escucharte para poder guiarte en el camino a una recuperación plena.

La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares (EMDR), es un abordaje psicoterapéutico que trabaja sobre el sistema de procesamiento de información innato del paciente.

El sistema nervioso tiene capacidad y mecanismos para procesar e integrar en una red adaptativa todo lo que vamos viviendo, incluyendo momentos estresantes y experiencias vitales difíciles. Sin embargo, si estas experiencias son continuas o de gran intensidad y/o complejidad el sistema almacena la información en el cerebro de forma disfuncional congelando estados emocionales y creencias negativas sobre nosotr@s mism@s bloqueando el sistema y dejando el recuerdo almacenado sin elaborar, con las mismas percepciones, pensamientos, emociones y sensaciones.

Estos recuerdos no procesados ni se entre enlazan con otras experiencias y percepciones favorables para nosotros ni nos aportan aprendizaje, sino que pueden dar lugar a problemas y síntomas en el presente fragmentando la información en el sistema nervioso de forma que se puede activar de manera automática en el momento en que algún acontecimiento en la vida de la persona actúa como factor precipitador llegando a afectar en la conducta y afectar de manera significativa en la vida de la persona y su salud mental.

La terapia EMDR trabaja con la historia del paciente con tres ingredientes a tener en cuenta: imágenes, creencias y emociones. En muchos casos la experiencia corporal también será clave.

El terapeuta trabajará con el paciente en comprender las raíces de las experiencias traumáticas para luego elaborar un plan de trabajo global para eliminar su influencia en el presente.

El trabajo con EMDR es eficaz ya que la disminución del malestar, llamada desensibilización, y procesamiento de los recuerdos que da paso a una asociación múltiple de recuerdos y experiencias. No solo se trata la memoria específica que está bloqueada, sino las conexiones entre esta experiencia y situaciones previas, que pueden compartir los mismos pensamientos o sensaciones conectados.

Una diferencia entre la terapia EMDR y la terapia cognitivo-conductual (TCC) es que en el abordaje desde EMDR no necesitamos que el paciente describa en detalle su problema o el hecho traumático, tampoco se le mandan arduas tareas entre sesiones. Sin embargo, en sesión trabajaremos de manera dual, esto quiere decir, entrando en el recuerdo como si tuviera un pie en el momento pero recordando que estoy en consulta en el presente y con la seguridad de mi terapeuta.

La terapia EMDR tiene como idea central el Modelo de Procesamiento Adaptativo de Información (PAI), como se dijo más arriba, nuestro sistema nervioso, nuestro cerebro tienen una forma natural de recomponerse y sanar de recuerdos y eventos traumáticos. Para realizar este proceso se necesita la comunicación entre la amígdala (un núcleo del cerebro que funciona como señal de alarma para eventos estresantes), el hipocampo (un área que ayuda con el aprendizaje, incluidos los recuerdos sobre seguridad y peligro) y la corteza prefrontal (que analiza y controla el comportamiento y la emoción). Ya sabes que muchas veces las experiencias traumáticas se pueden gestionar y resolver espontáneamente, y por otro lado es posible que en otros muchos casos no se procesen sin ayuda. La terapia EMDR es la ayuda que necesitas.

La lucha, huida o congelación son las respuestas al estrés instintiva que tenemos para protegernos. Estas respuestas se activan ante algo que vivimos como amenazante, algo temeroso, y se desactivan cuando sentimos que el peligro ya no existe. Sin embargo, cuando ocurre algo que supera la capacidad del cerebro para procesarlo, estas respuestas siguen activas, y las imágenes, pensamientos y emociones perturbadoras pueden generar una sensación angustiosa de estar de vuelta en ese momento, o de que el tiempo se ha detenido en ese instante, que no podemos superar. La terapia EMDR ayuda al cerebro a procesar estos recuerdos y permite que se reanude el proceso de curación natural que quedó interrumpido. La experiencia no se va a borrar de nuestro recuerdo, pero la respuesta de lucha, huida o congelación asociada a la situación pasada se resuelve.

Para conseguir esta sanación, uno de los elementos que se emplea es el movimiento ocular u otras formas de estimulación bilateral del cerebro (táctil, auditiva). Mediante la cual se estimulan los dos hemisferios del cerebro.

Lo que se busca con la terapia EMDR es que los hemisferios se hablen entre sí y procesar la información para reducir el problema emocional. Hace algo similar como la fase REM del suelo en que se afrontan estados de estrés de forma adaptativa creando conexiones entre experiencias pasadas para resolver problemas. Aunque los movimientos oculares han dado nombre a la terapia, es importante tener en cuenta que este elemento por sí mismo no constituye un abordaje terapéutico, y su uso aislado no es recomendable.