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Explora todo lo que debes saber sobre el Comfort Food
Índice
Introducción
La función principal de la comida es nutrirnos, pero también tiene un rol emocional importante: proporciona placer. Comer puede reducir el estrés, ya que el placer suele estar asociado con la relajación.
Ante situaciones de estrés, muchas personas recurren a lo que hoy se conoce como “comfort food” o comida reconfortante. Se trata de alimentos que nos resultan sabrosos y tentadores, a menudo combinaciones de grasas, harinas, azúcares y/o sal. Estas comidas nos ayudan a sobrellevar momentos de tensión.
¿Qué es el comfort food?
El comfort food es una experiencia sensorial que evoca recuerdos de la infancia, el hogar, o momentos felices. Nos conecta con nuestro “lugar seguro”.
¿Por qué es importante?
En momentos de estrés o ansiedad, el comfort food nos brinda una sensación de seguridad y bienestar. Sus sabores familiares nos transportan a un estado de calma y felicidad, lo que lo convierte en un refugio emocional.
¿Cómo disfrutarlo de manera saludable?
La clave está en la moderación, para esto es imprescindible evitar los alimentos ultra procesados y optar por versiones caseras con ingredientes frescos y nutritivos. “Moderación” y “procesados” no pueden estar en la misma frase, excepto para contradecirse. Debo decirte que no es muy realista pretender comer “solo unas papas fritas o unas pocas galletas dulces” (siempre te cuento que estos alimentos están diseñados para que no puedas parar de comer hasta terminar el paquete).
Adaptar tus recetas favoritas hacia alternativas más saludables es una excelente opción para disfrutar sin comprometer tu bienestar.
Recuerda que también es importante disfrutar de la experiencia de comer y conectar con los sabores que te hacen sentir bien.
La relación entre comida y emociones
Es curioso cómo un plato o bebida puede desencadenar emociones específicas. A veces es por su sabor, aroma o textura, y otras veces por los recuerdos que nos evoca.
Quizás te sientas identificado con esto que te cuento, aunque no conocieras el término "comfort food", seguramente la experiencia te resulte familiar.
Recordaba hace unos días que durante la pandemia, muchos re-descubrimos el placer de cocinar y compartir alimentos en casa. Más allá de lo duro de la experiencia, y de todo lo que nos quitó, creo que esa situación nos permitió tener más tiempo para pensar, sentir, saborear y disfrutar. En esos días de incertidumbre, la cocina se convirtió en un refugio. El alimento como refugio es un concepto importante que refleja cómo buscamos consuelo en la comida durante momentos difíciles, y es lo que te traigo hoy.
¿Por qué ocurre esto? ¿Es algo que está mal en mi o nos pasa a la mayoría de las personas?
No te preocupes, es más común de lo que crees.
Comer genera placer y relajación mediante la interacción entre el sistema digestivo y el cerebro. Este proceso activa el sistema de recompensa en el cerebro, asociado con el bienestar. Pero, ¿qué ocurre exactamente en el organismo cuando comemos esos alimentos que nos gustan tanto?
- Liberamos dopamina: Cuando consumimos alimentos ricos en grasas o azúcares, el cerebro libera dopamina, un neurotransmisor clave en el sistema de recompensa. Esto genera placer y refuerza el deseo de repetir esa experiencia.
- Aumenta la serotonina: Los carbohidratos aumentan los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo y la relajación, lo que nos ayuda a sentirnos más calmados y felices.
- Aumentan las endorfinas: Comer alimentos placenteros puede liberar endorfinas, que actúan como analgésicos naturales y provocan una sensación de bienestar y euforia leve.
- Aumenta la oxitocina: Si el acto de comer ocurre en un entorno social o agradable, se libera oxitocina, conocida como la "hormona del amor", que genera una sensación de conexión y tranquilidad.
Entonces, ¿cuál es el problema?
- El problema surge cuando la comida se convierte en nuestra única vía de escape emocional.
- Cuando optamos por alimentos de baja calidad, con un alto potencial adictivo.
- Cuando nos cuesta controlar las porciones o la frecuencia de consumo.
- Cuando nos damos cuenta de que esta conducta interfiere con nuestro deseo de alcanzar y/o mantener un peso saludable.
- Cuando el placer o la relajación que obtenemos es efímero, y rápidamente necesitamos más para sentirnos bien, y nos comenzamos a sentir atados a esto, dependientes.
Conclusión: ¿Cómo buscar placer en la comida de manera saludable?
El comfort food puede ser saludable. Te animo a explorar versiones más equilibradas de las comidas que te reconfortan, como un dulce saludable preparado en casa o un snack casero. De esta forma, puedes disfrutar de esos sabores que te hacen feliz, pero sin caer en un ciclo que te aleje de tu objetivo de bienestar.
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- Detalles
- Escrito por: Laura Ierónimo
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