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Conectando con Nosotros Mismos y los Demás: El Arte de la Conciencia Emocional
Índice
¿Qué es la conciencia emocional?
Podemos definir la conciencia emocional como la capacidad de percatarse de las propias emociones y de las emociones de los demás, incluyendo la habilidad para sentir el clima emocional de una situación o evento determinado.
Desarrollar esta consciencia emocional me permite poder sentir entendiendo qué y por qué siento. Esto hace que no tema sentir, sino que aprenda a sentir. Igual que el día tiene un sol y una luna y durante las 24 horas de nuestro día captamos y sentimos diferentes tonos de luz y temperatura, nuestro mundo emocional es diverso y no tenemos porque sentirnos igual todos los días y ni siquiera durante el mismo día ya que voy a transitar según mis vivencias, relaciones y momento personal diferentes emociones, sentimientos y en diferentes intensidades. El problema no es sentir sino cómo reacciono ante lo que siento.
Ser consciente de las propias emociones y de por qué surgen en mi harán que sea capaz de decidir mejor el comportamiento y las decisiones que tome con ellas. No es malo sentir enfado, tristeza, vergüenza… lo no adecuado son ciertas acciones que haga si mis emociones se apoderan de mi y toman el control de mis actos.
Esta consciencia emocional no sólo es identificar, comprender y controlar mis emociones, implica también comprender y empatizar con las emociones de los demás, lo que ayuda a establecer relaciones saludables y efectivas.
Ninguna emoción es negativa o positiva “Lo emocional existe porque nos avisa de lo que ocurre a nuestro alrededor de una manera rápida e intuitiva, sin necesidad de que nos detengamos a pensar sobre ello de manera activa y deliberada”. En la teoría de Lamarck y la teoría de Darwin ya nos decían “el medio ambiente fuerza la aparición de ciertos rasgos a ser utilizados y de otros para no ser utilizados” y “el medio ambiente selecciona el rasgo más adecuado para sobrevivir”, respectivamente. Podemos entender así porque decimos que las emociones son adaptativas o no adaptativas en vez de malas y buenas o negativas o positivas. ¿Creen que existiría el enfado si no nos protegiera de algo? ¿Y qué me dicen del miedo? A ver si piensan que habríamos llegado al siglo XXI como especie si no hubiéramos sentido miedo cuando en antaño salíamos de las cuevas y veíamos manadas de animales salvajes o depredadores cerca. ¿A caso se nos ocurrió salir a jugar con esos “lindos gatitos” (tigres, panteras, leones…) o desarrollamos estrategias de caza y protección colectiva?
Vamos a señalar unos aspectos importantes a tener en cuenta:
- Toma de conciencia de las propias emociones.- Es la capacidad para percibir con precisión los propios sentimientos y emociones; identificarlos y etiquetarlos. Contempla la posibilidad de experimentar emociones múltiples y de reconocer la incapacidad de tomar consciencia de los propios sentimientos debido a inatención selectiva o dinámicas inconscientes.
- Dar nombre a las emociones.- Es la eficacia en el uso del vocabulario emocional adecuado y utilizar las expresiones disponibles en un contexto cultural determinado para designar los fenómenos emocionales.
- Comprensión de las emociones de los demás.- Es la capacidad para percibir con precisión las emociones y sentimientos de los demás y de implicarse empáticamente en sus vivencias emocionales. Incluye la pericia de servirse de las claves situacionales y expresivas (comunicación verbal y no verbal) que tienen un cierto grado de consenso cultural para el significado emocional.
- Tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento.- Los estados emocionales inciden en el comportamiento y éstos en la emoción; ambos pueden regularse por la cognición (razonamiento, conciencia). Emoción, cognición y comportamiento están en interacción continua, de tal forma que resulta difícil discernir que es primero. Muchas veces pensamos y nos comportamos en función del estado emocional.
La conciencia emocional es el primer paso para poder pasar a las otras competencias emocionales como la gestión emocional.
Fortalezas y debilidades de tener conciencia emocional
Trabajar en adquirir nuestra conciencia emocional nos permite:
- Mejorar nuestra capacidad de adaptación a situaciones adversas de la vida cotidiana.
- Identificar nuestras emociones y por qué las sentimos.
- Ser consciente de cómo nuestras emociones afectan nuestro desempeño.
- Saber relacionar emociones, pensamientos, sentimientos y acciones con las experiencias de la vida.
- Reconocer y reflexionar sobre el estado de ánimo para mejorar la toma de decisiones.
Dentro del marco teórico que Lane y Schwartz desarrollaron, en 1987, el cual afirmaba la existencia de cinco niveles de conciencia emocional, se desarrolló una herramienta de evaluación de la conciencia llamada "Niveles de conciencia emocional".
Nivel de conciencia emocional
- Nivel 1: sensaciones corporales. Las emociones crean una reacción física. Por ejemplo, cuando tenemos miedo y nos sentimos agitados.
- Nivel 2: tendencia a la acción. La persona aún no ha identificado esos sentimientos pero ya tiene una idea de qué hacer. Por ejemplo, cuando está oscuro y estamos en un lugar extraño, pensamos que es mejor irnos.
- Nivel 3: emociones únicas. La persona es plenamente consciente de la emoción que está experimentando, sabe reconocerla y ponerle nombre. Por ejemplo: “tengo miedo” o “me siento triste”.
- Nivel 4: varias emociones. Las emociones de una persona se mezclan con las emociones de otra. Por ejemplo, cuando dos personas tienen una muy buena amistad, pero ninguno de los dos sabe si alguna de las personas involucradas siente más por ellos.
- Nivel 5: emociones combinadas. En el nivel final, la persona es completamente consciente de sus emociones y de las de los demás y puede discutir sobre las cosas. Por ejemplo, si una persona que está enamorada de otra persona le confiesa sus sentimientos pero es rechazada por ella, sabe que se sentirá triste, pero comprende que la otra persona también puede sentirse molesta por lo que pasó.
Cuanto mayor es nuestro nivel de conciencia emocional, mayor es el conocimiento de nuestras propias emociones y de las otras personas.
¿Y generar conciencia emocional gener alguna debilidad en mi? Yo diría que no hay muchas salvo que se requiere un gran autoconocimiento y compromiso hacía uno mismo. ¡Y esto da miedo! Sin embargo, entrar a trabajar nuestra historia personal, nuestras reacciones ante situaciones o emociones y aprender a sentir bien, siempre es sanador y hace viable que diseñemos un trayecto de vida enfocado en nuestros valores. ¡Cuidado! esto puede hacer que te des cuenta de cuánto hay a tu alrededor que no te aporta y no te suma en la vida. ¿Deseas mantener todo lo que te genera, viniendo de ti o de otros, un mal estar no negociable por no trabajar tu conciencia emocional?
Objetivos de la conciencia emocional
Los objetivos generales de la educación emocional se pueden resumir en los siguientes términos:
- Comprender mejor las propias emociones
- Identificar las emociones de los demás
- Desarrolla la capacidad de controlar tus propias emociones
- Prevenir los efectos nocivos de las reacciones que tengo ante mis emociones negativas
- Desarrollar la capacidad de crear emociones positivas
- Desarrollar una mejor competencia emocional
- Desarrollar la capacidad de automotivarse
- Tener una actitud positiva y realista ante la vida
¿Cómo se desarrolla la conciencia emocional?
Introspección, autoconocimiento, regulación emocional, etc. Son conceptos que habrás escuchado muchas veces pero que a veces no queda claro a qué se refieren exactamente. Se trata de conocerte mejor a ti mismo, como saber lo que quieres y lo que no quieres en la vida. Esto es clave para poder desarrollar la conciencia emocional.
Te describo brevemente tres conceptos básicos que componen la conciencia emocional, ara que puedas empezar a trabajar en ella:
1. Autoconocimiento
El autoconocimiento es la capacidad de introspección, de conocerse a uno mismo y desde ahí ver, observar las similitudes y diferencias que se tienen en comparación con los individuos restantes.
El autoconocimiento es también la capacidad de reconocer nuestro estado emocional: saber si estamos enfadados o melancólicos, enfadados o celosos, frustrados o tristes.
Cada emoción tiene una función diferente, por lo que distinguir unas emociones de otras nos ayuda a tomar decisiones informadas en respuesta a nuestro entorno.
2. Autorregulación
La autorregulación es la capacidad de controlar las propias emociones. Una vez que descubrimos nuestras emociones, debemos gestionarlas adecuadamente. Reflexionar sobre nuestro estado emocional no siempre es fácil, pero pensar en el estado emocional en el que nos encontramos puede ayudarnos a crear diferentes alternativas para controlar nuestras reacciones.
En una situación estresante en la que no corremos un peligro grave, si actuamos como si estuviéramos a punto de morir, nuestra respuesta será ciertamente desproporcionada e ineficaz.
3. Automotivación
La automotivación es la capacidad de motivarse a uno mismo. Cuando eres constante y haces lo mejor que puedes para lograr algo sin que nadie te obligue ni te recompense, estás utilizando la automotivación. Para desarrollar esta capacidad, debemos aprender a fijarnos objetivos a corto, medio y largo plazo.
Una meta no es un deseo: en una meta nos esforzamos por lograr algo que se puede hacer y que no depende del azar ni de la suerte sino de nuestra actividad y esfuerzo.
Si no somos conscientes de por qué hacemos lo que hacemos, nos resultará difícil mantener la coherencia en nuestras tareas y correremos el riesgo de perder la motivación al no encontrarle sentido a lo que estamos haciendo. De ahí la importancia de no limitarse a fijar objetivos a largo plazo sino a vivir en valores.
4.Autoconciencia
La autoconciencia es esencial para responder adecuadamente a las demandas ambientales. Conocer nuestras fortalezas y debilidades nos ayudará a saber cuándo necesitamos ayuda y cuándo no, y lo más importante, nos ayudará a establecer objetivos realistas y tomar mejores decisiones.
Si realmente no nos conocemos a nosotros mismos, si nos sobre estimamos o subestimamos, o si no ajustamos nuestras metas a nuestras capacidades, seremos demasiado ambiciosos (lo que puede llevarnos a fracasos o pérdidas constantes) o seremos demasiado conformista (perder toda oportunidad de mejora profesional, personal o creativa).
La autoconciencia incluye darnos cuenta de quiénes somos, cómo nos relacionamos con nuestro entorno y por qué hacemos lo que hacemos, permitiéndonos ser aceptados.
Todo ser humano tiene virtudes y defectos. Comprender y definir estos conceptos le ayudará a mejorar aquello en lo que es débil o tiene más dificultades para desarrollar, y al mismo tiempo aprovechará el potencial y los beneficios de las áreas en las que es mejor.
Actividades para trabajar la conciencia emocional
¿Cómo empezar a adquirir una buena conciencia emocional? debemos:
Te propongo que escribas un diario, y en él anotes las situaciones de tu día que te han generado bien estar y/o malestar y cómo has reaccionado ante ello, si esa conducta te ha ayudado a sentirte mejor, rebajar la intensidad de la emoción, aliviar la dificultad o por el contrario ha generado más problema y mal estar en ti. Para ello trabaja en:
- Adquirir vocabulario emocional.
- Distinguir entre emociones.
- Reconocer tus propias emociones y afectos. Saben qué emociones sienten y por qué.
- Reconocer las consecuencias de nuestras reacciones.
Y recuerda, si necesitas más ayuda o un acompañamiento en tu proceso, no olvides que los profesionales de la salud mental estamos para ayudarte.
- Detalles
- Escrito por: Beatriz Salas Vidal
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