¿Por qué no bajo de peso? | Hago dieta, ejercicio...

Introducción

Es muy frecuente en las consultas encontrarnos con estos interrogantes:

• ¿Por qué el peso no responde a mis esfuerzos?
• ¿Será mi metabolismo? ¿Cómo puedo acelerarlo?
• Es que no como tanta cantidad y hago actividad física.
• ¿Algo estará mal en mi cuerpo?
• ¿Cómo puede ser? ¿Qué más tengo que hacer?

Esto angustia, da miedo, enfada, muchas veces nos frustra, y es normal. Primero recordemos que el peso es resultado de varios factores: hormonales, emocionales, hasta climáticos (presión atmosférica y humedad ambiente también influyen en el peso), además de la energía que ingresa con los alimentos, y la que gastamos en actividad física, hay muchas aristas a tener en cuenta.

Razones por las cuales no bajo de peso

¿Por qué no bajo de peso si hago dieta?

Si has seguido dietas restrictivas, es probable que no hayan funcionado a largo plazo. Esto se debe a que el cuerpo aprende a adaptarse y a vivir en modo ahorro de energía, lo cual disminuye la efectividad de las dietas muy bajas en calorías. En lugar de dietas de hambre, es recomendable aumentar tu actividad física. No solo el ejercicio aeróbico (cardio) es importante, aunque sabemos que ayuda a quemar calorías, sino que también es crucial combinarlo con ejercicios de fuerza. Los músculos, una vez activados, continúan quemando calorías incluso en reposo, lo que contribuye a un mayor gasto energético a lo largo del día.

¿Por qué no bajo de peso si hago actividad física?

Es posible que tu cuerpo haya alcanzado un equilibrio y haya optimizado el gasto energético con el ejercicio que estás realizando. En este caso, te recomiendo que consultes a un especialista. A veces, es necesario introducir variedad en tu rutina, utilizando diferentes grupos musculares. No todos los ejercicios tienen el mismo efecto en cada persona, por lo que es importante adaptarlos a tus objetivos, tu momento vital y tus preferencias, para que el ejercicio sea disfrutable y posible de sostener en el tiempo.

¿Por qué no puedo "perder" peso?

Las palabras tienen un gran poder sobre nuestra percepción y comportamiento. A nadie le gusta la idea de "perder" algo, y esto incluye a tu cuerpo y a tu cerebro. Intenta utilizar un lenguaje más positivo y motivador, como "quiero bajar de peso", "quiero alcanzar un peso más saludable", o "quiero sentirme más cómoda, flexible y liviana". Estas frases no solo son más amables, sino que también pueden ayudarte a mantener una mentalidad más positiva y enfocada en tus objetivos de salud.

¿Qué me viene a decir la dificultad para bajar de peso?

El sobrepeso suele ser un síntoma, y los síntomas están ahí para decirnos algo. Escuchemos al cuerpo que es sabio y nos habla de mil modos, en todos los idiomas que puede (dolores, inflamación, contracturas, resfriados, gastritis, erupciones cutáneas, es interminable la lista…) ¿Escuchamos? A veces nos grita con enfermedades graves, algo tiene para decir, y necesita que lo registremos y respondamos a su pedido.

Volviendo al peso:

¿Por qué voy a enfadarme con el mensajero?

Ni la pesa, ni el mismo peso, ni la grasa corporal tienen la culpa, son síntomas. Mejor preguntarse qué me quieren decir, ¿no? Hay tantas opciones, pensemos algunas: puede que el sobrepeso y la dificultad para bajar de peso vengan a decirme que me calme, que desacelere, que coma más lento, que disfrute y registre más lo que como. Quizás viene a pedirme que no picotee entre comidas porque poco lo disfruto, a veces ni siquiera lo registro y después me enfado, cuando el peso no baja, cuando la grasa sigue ahí y el vaquero me ajusta.

¿Qué más me quiere decir? Que haga actividad física disfrutable, no sólo como un deber.

Que elija y aprenda a decir que NO cuando no quiero, aunque me insistan, que aprenda a poner límites.

¿Qué crees que viene a decir tu sobrepeso?

Por último, una reflexión: y es que vivir como víctima (del peso, de la grasa, de la comida, de los demás que me insisten, de las tentaciones, de una enfermedad…) también tiene beneficios, como todo; y es que si soy víctima, no soy responsable.

Si la culpa es de los otros, del entorno, del trabajo, de mi jefe, de la falta de tiempo… ¿quizás me siento menos mal? ¿Puedo elegir vivir como protagonista de esta historia? ¿Estoy dispuesto a cambiar realmente? ¿O quiero seguir quejándome sin hacer algo concreto al respecto de lo que me molesta?

Todas son elecciones válidas, decisiones personales respetables, tomar conciencia de ello nos hace protagonistas, es el primer paso del cambio, y si es que realmente lo que queremos, podemos decir que estamos en camino. En raíces&alas te acompañamos a tu bienestar, a donde elijas ir, como protagonista de la historia, como responsable de lo que vayas eligiendo, sin juzgarte. Responsable de los fallos, para aprender y crecer; y responsable también de los aciertos, para felicitarte y continuar hacia tu lugar de salud.